Fado: la canción triste y melancólica
El fado es el corazón del alma portuguesa y está más vivo que nunca. Una nueva y férrea generación de artistas se une a las voces míticas de antaño. El elemento esencial de la música fado el “saudade”, o lo que en portugués se traduce como anhelo. Se trata de una música triste que canta al destino (fado viene del latín fas, fatum, y es sinónimo de “destino”), a la muerte, al amor traicionado, a la desesperación y a la melancolía.
El origen de esta música popular se remonta a principios del siglo XIX de entre las clases más bajas y los barrios marginales. El fado era la música desgarradora de las tabernas, los burdeles y los rincones oscuros de los barrios de Alfama y Mouraria, la parte antigua y pobre de Lisboa. Más adelante, estas canciones procedentes de los suburbios, se pusieron muy de moda entre la clase aristocrática, que introdujo estos versos en sus vidas a modo de excentricidad. Como muchos otros tipos de músicas populares, como el tango argentino, el blues americano o el flamenco español, el fado no debería definirse, sino padalearse como un manjar exquisito.
Tanto hombres como mujeres pueden cantar fados, aunque el gran público casi siempre prefiere una voz femenina para este género. Un buen fadista exagera sus expresiones faciales y gesticula con tesón en sus actuaciones. Las manos se mueven de un lado a otro con vaivenes elegantes, mientras el cuerpo permanece estático.
Este género alcanzó su época dorada en la primera mitad del siglo XX, cuando la dictadura portuguesa de Salazar forzó a los cantantes de fado a convertirse en profesionales y los confinó en las casas de fado (locales que se habilitaron con tal propósito). Hoy en día, el fado está protegido por las instituciones oficiales y se cultiva como un espectáculo turístico.
Amalia Rodrigues ha sido la reina del fado, idolatrada en su tierra y celebrada en el extranjero como la más famosa representante de la cultura portuguesa. Otros grandes de este género han sido Carlos Ramos, Alfredo Marceneiro, Berta Cardoso, Maria Teresa de Noronha, Hermínia Silva, Fernando Farinha, Fernando Maurício, Lucília do Carmo o Manuel de Almeida.En la actualidad, Cristina Branco y Mariza son dos de las fadistas más vitoreadas. Ambas tratan de llevar este género entre el ejercicio de la tradición y las nuevas tendencias.
Si viajas a Lisboa, no olvides visitar un espectáculo de fado. Hay numerosos restaurantes donde podrás cenar al son de preciosos fados. Las mejores casas de fados se encuentran en los barrios de Alfama, Mouraria, Bairro Alto y Madragoa. Encuentra el mejor alojamiento entre estos apartamentos en Lisboa.
¡Gente, ojo al parche! Lo que siempre habíamos intuido por fin está científicamente probado: practicar el sexo es lo mejor para la salud. Sí señor, ahora tenemos una razón más para disfrutar más de nuestras actividades sexuales, ya que el sexo preserva la salud física y psíquica.
Los expertos investigaron la relación entre las hormonas en los años 90, el sistema nervioso y el sexo. Ya hace mucho tiempo llegaron a la conclusión de que la dopamina, la noradrenalina y la serotonina son los neurotransmisores que intervienen en el orgasmo. La hormona por excelencia para obtener la sensación de relax y de bienestar es, sin ninguna duda, la endorfina. Ahora bien, estas conclusiones animaron a los científicos a investigar más sobre los efectos producidos por practicar el sexo en el organismo humano. Los descubrimientos os van a sorprender.
La primera curiosidad es que casi no hay ninguna diferencia entre el sexo realizado en compañía o el sexo practicado en soledad, ya que la satisfacción de ambos casos es igual, aunque no lo parezca. Este hecho nos lo demuestran las investigaciones de la sangre. Las personas que acaban de hacer el amor con su pareja tienen la misma composición de sangre que las que acaban de masturbarse. Un equipo de expertos universitarios en EE.UU. ha llevado a cabo investigaciones sobre la relación entre el sexo y la resistencia a las enfermedades. Y otra vez está probado que practicar sexo es lo mejor para la salud.
Todos los aspectos sexuales, como el deseo, la práctica en sí, el orgasmo y el relax producen en el organismo humano incontables ventajas biológicas. Si practicas por lo menos dos veces a la semana el sexo contigo mismo o con otra persona se incrementan, según estudios científicos, los niveles de inmunoglobulina (proteínas que protegen el organismo de infecciones) en un 30%. De este modo, gozas de una mayor resistencia a las enfermedades y las heridas se cicatrizan más rápidamente.
Aparte de los factores saludables, el sexo, o mejor dicho las reacciones químicas que produce, favorecen también el aprendizaje y la longevidad. La vida sexual baja la depresión, termina con la ansiedad y aumenta el tono muscular y cardiaco. Ya no hace falta ir al médico o a la farmacia: unos momentos intensivos en la cama pueden ser mucho más efectivos.
Esta vez los expertos nos han revelado noticias positivas. Todos sabemos que la mejor oportunidad para aprovechar de los sentimientos sexuales lejos del estrés de la vida cotidiana es irse de vacaciones. ¿Por qué no pasas unos días eróticos y de relax en una de las ciudades más encantadoras de Italia? Alquila apartamentos en Milán para gozar de un alojamiento tranquilo, cómodo, romántico y sobre todo barato.