Cómo convertirse en un turista de bandera

¡Ey, tú! ¡Sí, tú, tú! Me dirijo a ti. Mírame. ¿Te crees que por haberte venido de vacaciones desde la conchinchina eres un verdadero turista? ¡De eso nada, amiguito! Vamos, acércate. ¿Pero qué clase de ropa llevas puesta? Vaqueros, camisa lisa abotonada, jersey de algodón, zapatos cerrados... ¡Muy mal! Muy, pero que muy mal. El título de guiri no se le concede a uno así como así. ¿Pero tú te has visto las pintas? ¡Ay, qué disgusto! Ahora lee atentamente y haz el favor de ir a cambiarte:

- ¿Dónde te has dejado el sombrero tipo safari o pescador? Si no quieres comprarte uno para la ocasión, rescata del baúl de tu bisabuelo un bombín. Así pasarás cien veces más desapercibido que sin él y la gente, en lugar de tomarte por idiota, se limitará a pensar que eres extranjero -que al fin y al cabo es lo que pretendemos conseguir-.
- El tema de la sonrisa estúpida ya lo he mentado en otras ocasiones, pero es que... ¿qué sería de un guiri sin esa sonrisa semiorgásmica vacacional? Abre bien la boca para que podamos verte hasta los empastes.

- Jamás vistas camisas lisas. ¿Pero quién te has creído que eres? ¿Mr. ZP? ¡No, señor! Aquí queremos verte con camisas estampadas en diferentes colores. A ser posible con motivos florales. También sirven las camisetas de la selección española y/o de los dos grandes equipos de fútbol españoles: Barça y Madrid (si llevas el nombre de tu jugador favorito en espalda, mejor que mejor). Por favor, nada de pantalones largos. Siempre bermudas, aunque sea pleno febrero y estemos a 5 bajo cero.

- No te olvides de calzarte algún tipo de zapatillas que dejen al descubierto los dedos de tus pies. Nos encanta observar las uñas rojas de los pinrreles de vuestras señoras ¿Y sabes qué sería la leche? Que combinasen el rojo con el amarillo. Así tendríamos nuestra bandera a vuestros pies. ¡Si es que además nadie luce mejor y con más orgullo nuestra insignia! Mira, me se ponen los pelos como escarpias cuando os veo tan amantes de nuestra patria.

- Para ser un perfecto turista tienes la obligación de probar la paella, la toritilla de patatas y la sangría. ¡Pero no en cualquier sitio, ni de cualquier manera! La paella: paellador, por supuesto. Y si te cobran menos de 4euros por una botella de 50cl de agua, no dudes que te has equivocado de restaurante. Porque, por supuesto, debes sentarte en la terraza más concurrida, de la calle más turística, de la localidad con menos españoles por metro cuadrado que encuentres. Entonces serás un turista de verdad.

- Carga tu mochila 4 x 4 de souvenirs horteras. Aquí el "tipical toro de osborne" lo hemos inventado para vosotros.

- Y para dejar constancia en tu tierra de que has estado en nuestro país, debes irte de allí con un tono de piel blanco nuclear y volver rojo gamba. No entendemos cómo consigues pasar de uno a otro sin pasar por la gama cromática intermedia, pero nos fascina y te da muchos puntos en la escala guiri.

¡Felicidades, amigo! Ahora que ya cumples todos estos requisitos el propio Rey Juan Carlos te entregará el diploma del perfecto extranjero. Cuando vuelvas a casa cuélgalo en la pared junto al toro de Osborne y esperamos tenerte de nuevo pronto por aquí.

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