jueves, 27 de noviembre de 2008
Los alrededores de París
París es una ciudad fascinante. La capital francesa ha cautivado, generación tras generación, a grandes y pequeños. Y es que, ¿quién no conoce sus monumentos más famosos? La Torre Eiffel es un símbolo mundial, la catedral de Notre Dame alberga una de las leyendas más famosas de la historia gracias a la novela de Víctor Hugo, “El Jorobado de Notre Dame”, el museo del Louvre es uno de los más famosos e importantes del mundo… Probablemente se necesite más de una semana para conocer a fondo todos sus encantos, que son muchos. Pero los alrededores parisinos también son dignos de mención, especialmente Versalles y el Monte de Saint Michel.
Versalles
A tan solo treinta minutos de París se encuentra la ciudad de Versalles, famosa por albergar el fastuoso y espectacular Palcio de Versalles. Esta elegante ciudad se encuentra situada tan cerca de París, que casi podríamos confundirlas. Versalles es una preciosa ciudad burguesa de sabor tradicional. Está repleta de grandes avenidas, edificios históricos, anticuarios y arte. El barrio de Saint Louis es el casco histórico: sus callejuelas se conservan desde el siglo XVIII. En Versalles comenzó y se llevó a término la Revolución Francesa. Además, se firmó el famoso Tratado de Versalles, que puso punto y final a la I Guerra Mundial.
El Palacio e Versalles es el principal símbolo de la ciudad y del poder absolutista de los reyes franceses, especialmente de Luís XIV. Al principio, la Chateau de Versalles era una simple casa de campo construida por Luís XIII. Más tarde, Luis XIV mandó a su arquitecto hacer del edificio un palacio sin igual, dejando con su legado maravillas como la Galería de los Espejos, la Capilla, la Ópera, los Salones de la Paz y de la Guerra y las habitaciones del rey y de la reina y la Cámara de la Reina, que se conserva tal y como la dejó María Antonieta al abandonar Versalles en 1789. Pero no sólo el interior del Palacio resulta impresionante: los jardines son una verdadera joya con perfectas simetrías, diseños florales, estanques y fuentes distribuidos por doquier.
El Monte de Saint Michel
El Monte de Saint Michel es unos de los monumentos más visitado de Francia junto con la Torre Eiffel, la catedral de Notre Dame o el Sacre Coeur. Éste fue nombrado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1979. Este monte es un islote unido al continente por una carretera y donde se erige un impresionante abadía de elementos góticos y románicos. Ésta se remontaal siglo VII, cuando el arcángel san Miguel se apareció a Abert, obispo de Avranches que fundó aquí un oratorio. Esta abadía ha constituido uno de los lugares de peregrinación más importantes de Francia.
Una vez en la carretera, la visión de la isla es todo un espectáculo, especialmente si la marea está baja y los laterales del Monte se transforman en gigantescos lagos de barro y arenas movedizas que hacen del lugar un sitio único y mágico. Una vez dentro de los muros de la ciudadela, nos adentramos en otra época gracias a sus laberínticas calles, que se conservan como lo estaban hace siglos.
Después de haber paseado por dos de los enclaves más bonitos del extrarradio parisino, querrás descansar y relajarte. Y qué mejor manera de hacerlo que en apartamentos en París. Alójate en un apartamento y disfruta de todas las comodidades y facilidades que ofrece.
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