viernes, 20 de febrero de 2009
El bigote de Dalí
Salvador Dalí es el pintor surrealista más famoso del mundo. Inteligente, agudo y brillante, fue el Artista de los artistas. Su bigote decía mucho de sí mismo: Dalí era un genio de la originalidad y de la autenticidad. Además, era muy imaginativo, y tenía mucho afán por mostrar un comportamiento inusual y grandioso, con el fin de llamar la atención.
Dalí nació en Figueres (Cataluña) en 1904. En su vida adulta, se mudó a Port Lligat con su mujer y musa Gala; pero también vivió en Barcelona, Madrid, París y EE.UU. Era un artista muy versátil, que no se limitó únicamente a la pintura: solía hacer esculturas, y también se hizo famoso por sus contribuciones a la moda, el teatro y la fotografía. Sus habilidades pictóricas se atribuyen a menudo a influenzas de maestros del Renacimiento.
En 1921 se trasladó a la residencia de estudiantes la Escuela de Bellas Artes de Madrid (pero fue expulsado en 1926 cuando, en los exámenes finales, dijo que nadie en la facultad era suficientemente competente como para examinarle). Diez años más tarde, Dalí ya era el genio que hoy todos conocemos: ya había colaborado en el famoso corto de Buñuel; ya se había unido oficialmente al grupo surrealista de París; y ya había pintado la que sería su obra más famosa, La Persistencia de la Memoria, que hoy es uno de los más importantes símbolos del Surrealismo.
Después de unos años, Dalí fue expulsado del movimiento surrealista porque muchos consideraban que se había vuelto demasiado comercial y que sólo quería llamar la atención. Y quizá así fuera, porque un tiempo después tituló a su autobiografía Diario de un Genio. Aún así, continuó exhibiendo sus obras surrealistas en todo el mundo.
En 1940 la pintura del maestro evolucionó a un nuevo estilo, más concentrado en la ciencia, la religión y la historia. Él y Gala escaparon de la Segunda Guerra Mundial y se marcharon a los Estados Unidos (1940-1948). En este tiempo, se introdujo en un periodo clásico: pintó una serie de 19 lienzos, entre los que destacaron El Torero Alucinógeno, El Descubrimiento de América por Cristóbal Colón y El Sacramento de la Última Cena. Ésta fue una etapa muy importante para el artista.
En 1949 Dalí volvió a su amada Cataluña, donde pasó el resto de su vida. En el 74 inauguró el famoso Teatro Museo de Figueras. A finales de su carrera, se movió a otros ámbitos culturales además de la pintura: experimentó con campañas de marketing o nuevos medios de comunicación. Por ejemplo, diseñó el logo de Chupa Chups y creó la publicidad de su Canción de Eurovisión 1969.
Gala murió el 10 de junio de 1982. Después de su muerte, la salud de Dalí empezó a flojear. Se mudó de Figueres al castillo que había comprado en Púbol para su mujer y allí murió. En noviembre de 1988 tuvo un ataque al corazón, y murió el 23 de enero de 1989 de un segundo infarto.
Dalí siempre será un estandarte. Es único, un genio, es simplemente, Dalí. Si quieres conocerlo mejor viaja a Cataluña y alójate en Apartamentos en Barcelona. ¡Será una experiencia inolvidable!
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