Cuando uno organiza un viaje con niños siempre ha de tener en cuenta las necesidades de los pequeños. Muchos papás despistados prefieren quedarse en casa porque no saben qué hacer con sus hijos, que no aguantan las arduas jornadas de turismo. Salir de viaje con los niños puede resultar complicado, pero si se planifica con antelación, se pueden organizar unas vacaciones a medida de los reyes de la casa. De hecho, hay ciudades, por lo general grandes capitales, que ofrecen programas especiales de ocio, turismo y cultura para los más pequeños. Es el caso de Madrid, donde las actividades más divertidas y didácticas harán las delicias de los niños y los no tan niños…
La clave para que los pequeños lo pasen bien es mantenerlos ocupados y sobre todo, entretenidos. ¿Y qué es lo qué más gusta a los niños? Pues el mundo de la fantasía, la ilusión y los cuentos. Y hablando de cuentos, la primera parada que debemos hacer en la ciudad de Madrid es en la casa museo del Ratoncito Pérez. "Vivía Ratón Pérez en la calle del Arenal número 8, en los sótanos de Carlos Prast, frente por frente de una gran pila de quesos de Gruyère...", reza la placa conmemorativa allí colococada. Ahora los niños le dirigen cartas a su domicilio e incluso le mandan sus dientes por correo, ¿por qué llevárselos en persona?
Después de esta emotiva visita y ya que la cosa va de animales, la siguiente excursión podría ser hasta el Zoo-Aquarium de Madrid. En sus 20 hectáreas de terreno los animales viven en reproducciones de su hábitat natural. Este zoo dispone de un gran Aquarium, especializado en la fauna marina tropical; un Delfinario, con capacidad para 3.000 personas; y un Aviario, con las aves rapaces más exóticas. Además, el Zoo-Aquarium permite divertirse aprendiendo gracias a las visitas interactivas y pedagógicas y a sus Aulas de Educación Ambiental. Todos los días, por las mañanas y por las tardes, se puede asistir a exhibiciones de delfines, focas y leones marinos, además de demostraciones de vuelos de rapaces.
Y para descubrir un Madrid de altos vuelos no hay nada mejor que llevar a lo niños al teleférico, que ahora incorpora un parque infantil llamado Pumba. Esta atracción es la una oportunidad perfecta para que padres y niños gocen de las mejores vistas de la capital a 40 metros de altura: desde el Templo de Debod, a los rascacielos de Plaza de España y Plaza de Castilla, pasando por el Palacio Real y sus jardines del Campo Moro, hasta la majestuosa cúpula de la Iglesia de San Francisco el Grande.
Tras esta visita de vértigo, siempre se puede ir a algunos de los múltiples museos que ofrece la capital. A veces convencer a los niños de que los museos son divertidos es una tarea imposible, pero en Madrid todos ellos ofrecen visitas didácticas que dejarán boquiabiertos a los pequeños. Desde los museos más prestigiosos de arte como el del Prado, el Contemporáneo o el Thyssen, como aquéllos con distintas temáticas, como el de los Bomberos o el Tiflológico ofrecen este magnífico servicio. Y sino, siempre se puede visitar el Museo de Cera, donde podrán codearse con las celebrities más de moda o hacer un recorrido por las principales figuras de la historia del mundo.
Toda la familia puede disfrutar de un día completo de diversión con los espectáculos y las actividades que ofrece el Parque de Atracciones de Madrid o el recientemente inaugurado parque temático Warner.
Finalmente, para los amantes de la naturaleza hay dos visitas obligadas: el nuevo Jardín Educativo del Bosque Mediterráneo del Museo Nacional de Ciencias Naturales, donde podrán descubrir la diversidad y riqueza de los bosques de la Comunidad; y un paseo por el Parque Tierno Galván, donde se encuentra situado el Planetario, donde los más peques podrán descubrir de una manera amena y pedagógica la astronomía y la ciencia.
Y ahora papás, ¿quién ha dicho que viajar con niños sea complicado? ¡No en Madrid! Sólo falta un pequeño detalle por resolver: el alojamiento. Sin duda, los apartamentos en Madrid serán la mejor solución para que los peques se sientan como en casa.
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