lunes, 8 de septiembre de 2008

Tapas españolas: cuando la tradición se convierte en comida


Las tapas son una de las comidas más características en la cultura culinaria española. Hay quien asegura que las tapas nacieron hace siglos, cuando el rey de España Alfonso XX, conocido como el Sabio, se vio obligado a comer pequeños tentempiés entre comida y comida debido a una enfermedad.

Aunque la teoría más cercana –y realista- cuenta que las tapas aparecieron gracias a que muchos trabajadores necesitaban llevarse un bocadito a la boca a media mañana, antes de la hora de la comida para soportar mejor la jornada de trabajo. Las primeras tapas consistían en pequeñas rebanadas de pan con las que los comensales cubrían sus copas de jerez en las tabernas andaluzas, región madre del tapeo. De este modo, evitaban que las moscas de la fruta entrasen en sus copas de jerez. Al cabo de un tiempo, los ingeniosos taberneros servían pequeños aperitivos junto con el pan y las humildes tapas (del verbo tapar), se convirtieron en un elemento tan importante como la copa de jerez.

Esta tradición culinaria española, se ha popularizado a lo largo de todo el mundo, y muchos otros países han adoptado a las tapas entre sus platos preferidos.

El tapeo se ha convertido en la mejor fórmula de comida rápida para aquellos que no tienen tiempo suficiente a la hora de comer para disfrutar de un menú de varios platos.

Las tapas se pueden comer tanto a la hora de comer, como a la de cenar, siempre que la cantidad de comida satisfaga el apetito del comensal. Pero sin lugar a dudas, el aspecto más singular del tapeo es la capacidad que tiene para reunir a personas de todas las clases frente a una barra para disfrutar de este rito informal. El arte de comer de pie se ha convertido en algo sacrosanto cuando se trata de ir de tapas.

Las diferentes recetas de tapas varían según las tradiciones gastronómicas de cada región española. Pero entre las más comunes se encuentran las olivas, los frutos secos, una gran variedad de embutidos, carnes, pescados y algunos vegetales.

Bar Tomás

El bar Tomás es uno de los bares más populares en Barcelona. Se trata de un lugar con sabor auténtico que abrió sus puertas sesenta años atrás. Es archifamoso por sus deliciosas patatas bravas y sus refrescantes cervezas. Este local decorado a la antigua, se trata de un clásico emplazado en el barrio de Sarriá que nadie debería perderse.

Si tienes tiempo y quieres probar las mejores bravas en la ciudad, no te olvides de visitar este bar. Además, ofrece una gran variedad de tapas. ¡Hasta el Rey Juan Carlos y muchos famosos han probado las bravas del Tomás!

Los miércoles, cuando el Tomás cierra sus puertas, los dueñon llenan el Iborra (un bar situado justo en la trasera del ya legendario Tomás, en la calle d´Ivorra), que sirve las mismas bravas.

Para llegar, coge los Ferrocarriles Catalanes en Plaza Catalunya y bájate en la parada de Sarriá, luego cruza el antiguo puente verde de acero que une el viejo Sarriá con el nuevo. Camina a lo largo de la calle Jaume Piquet durante tres manzanas y de pronto aparecerá el Tomás ante tus ojos. Pide una de mixtas y, ¡bienvenido al cielo!

La gente suele decir que si Dios fuera una patata brava, sería una brava del Bar Tomás. ¿Te lo vas a perder? Alójate en apartamentos en Barcelona y degusta las tapas más deliciosas de España.

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