La Química del Amor, ¿Por qué nos Enamoramos?
De que el amor es uno de los sentimientos más maravilloso del mundo no tenemos ninguna duda. Todos nos hemos enamorado alguna vez y conocemos bien sus síntomas: mariposeo en el estómago, falta de apetito, insomnio, pulso acelerado, felicidad generalizada… Pero, ¿acaso sabemos por qué nos enamoramos? ¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando Cupido nos lanza su flecha?
Probablemente los más románticos se sientan un poco decepcionados al descubrir que el enamoramiento no es más que pura bioquímica, ¡cuestión de hormonas! Cuando nos enamoramos un complejo entramado de reacciones químicas activa los sentimientos y comportamientos propios del amor. Así, miles de neuronas mandan descargas eléctricas al cerebro y desde ahí se segregan una serie de hormonas que, a su vez, se encargan de mantener en funcionamiento la pasión, el amor, la fidelidad, etc.
Para empezar, el enamorado segrega feniltelitamina, un compuesto de la familia de las anfetaminas que desata la pasión, genera euforia y cierta “ceguera”, – para esa persona su pareja es simplemente perfecta – y es la antesala de la dopamina.
Otras hormonas como la norepinefrina y la serotonina son las responsables de dilatar las pupilas y acelerar el corazón.
La dopamina es el neurotransmisor relacionado con el placer y la recompensa. Aparece en la fase inicial de las relaciones y es la responsable de incrementar el impulso sexual. Entre otras cosas, ocasiona felicidad y ayuda a disfrutar más y mejor del orgasmo. Podría llamarse la hormona de la pasión.
Por desgracia el cuerpo no puede asumir cantidades ingentes de dopamina y al cabo de los meses deja de producirla y da paso a la oxitocina, también conocida como la Hormona del Amor. Aunque es una hormona involucrada en la concepción, también es la responsable de la monogamia en la pareja. Se libera durante el orgasmo y contribuye a estrechar los lazos entre los cónyuges. Se ha demostrado que las especies de animales monógamas son las que más oxitocina segregan, como es el caso de algunos pingüinos, que sólo tienen una pareja de por vida. La Oxitocina se produce en grandes cantidades durante el embarazo y el parto, ayuda en las contracciones y es la que provoca que la madre sienta apego por su hijo al nacer.
Otro dato curioso es que todas estas reacciones químicas son adictivas, y como en las drogas, cuando dejan de segregarse producen síndrome de abstinencia. Por eso el desamor provoca frustración y tristeza profunda.
De cualquier manera, el entorno social y la educación recibida también juegan un papel importante en el amor. ¿Tienes ganas de enamorarte? ¡Qué mejor sitio para hacerlo que en la ciudad de los amantes! Alquila Apartamentos en Venecia y descubre qué se siente cuando Cupido llama a tu puerta
jueves, 3 de septiembre de 2009
La Química del Amor | Venecia blog
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