Año nuevo… ¡HORROR! ¿A dónde ha ido a parar mi cuerpazo?
El 2009 fue un gran año. Por fin conseguiste dejar de fumar, te ligaste al buenorro/a del barrio y lo mejor de todo, perdiste esos kilos de más (hasta que llegó la dichosa Navidad, claro…). Es cierto que te habías fijado el firme propósito de no probar ni un solo trocito de turrón pero, ¿quién puede resistirse? ¡Está tan bueno! Y total… es sólo un poquito… y otro poquito… y otro más. ¡Vaya, parece que alguien se ha saltado la dieta!
Los excesos de la Navidad pasan factura. Los menús navideños son demasiado abundantes y si le añadimos los aperitivos, los postres y el alcohol, llegan al punto de excesivos. Las calorías corretean felices por nuestros organismos para asentarse allí donde más les gusta: la barriga en los hombres y las nalgas, los muslos, la cintura y las caderas en las mujeres. Nuestro cuerpo es totalmente incapaz de asimilar tanta proteína, grasa y toxina en un periodo tan corto de tiempo. Y si comer demasiado es una costumbre habitual en Navidad, beber alcohol en exceso también suele acompañarle. Seguro que la Nochevieja te bebiste una copa de cava tras otra, hasta perder la noción del tiempo… ¡Pues que sepas que el alcohol tiene una cantidad ingente de calorías! Cuida lo que bebes si no quieres perder más tu figura.
¿Y todavía te sorprende que no te abrochen los pantalones? ¡Lo raro es que la báscula no saliera corriendo cuando te viera entrar al baño con la intención de pesarte después de las fiestas! ¿Y ahora, qué? ¿Quieres tu cuerpazo de vuelta? Sigue estos pequeños consejos y vuelve a lucir tipito en unos meses:
• Evita la carne (especialmente la roja): siempre que puedas, sustitúyela por pescado, que es mucho más digestivo. Si no te gusta, las carnes blancas como el pollo o el pavo deben ser tus principales aliados. Y recuerda, ¡siempre a la plancha, no fritos! También deberías evitar embutidos como el salchichón, el chorizo o el salami y otras carnes como el la de cerdo o la de cordero, que son mucho más indigestas y tienen más toxinas.
• Verde, que te quiero verde: come más lechuga y verdura… ¡Mira que ya lo decían tus padres!
• Toma infusiones: las infusiones son el invento del siglo: son purificantes, diuréticas y ayudan a hacer la digestión. ¡Ah, y sacarina mejor que azúcar! Evita el café, es una bebida, ya que aumenta la deshidratación.
• Bebe mucha agua: tu piel y tu organismo necesitan, al menos, litro y medio de agua al día… ¡Seguro que notarás que tu cuerpo te lo agradece!
• Cena pronto: no hagas cenas copiosas y no te acuestes inmediatamente después de cenar. Haz una digestión de dos horas, aproximadamente.
• Mueve el esqueleto: lo más importante, ¡haz ejercicio! Hacer ejercicio te ayudará a eliminar antes los kilos que hayas cogido en Navidad y te reportará enormes beneficios para la salud.
Y ahora, para celebrar que ya has recuperado tu tono físico, regálate un viaje a Budapest y mima tu cuerpo en uno de sus famosos spas. Alquila Apartamentos en Budapest para encontrar el mejor alojamiento.
jueves, 14 de enero de 2010
Cuerpo perfecto
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