Sexo y comida, dos placeres que pasean de la mano
El sexo y la comida son dos apetitos básicos del ser humano íntimamente ligados. Comer, beber y amar… ¿quién no ha disfrutado alguna vez de esta combinación tan maravillosa? Abre tu mente al placer y goza de la buena mesa y el mejor sexo a la par. Cocina pensando en el goce, en ti y en tu pareja en una atmósfera erótica con platos que inciten al acto carnal. Olvídate de las recetas afrodisíacas, de dudosa eficacia, y céntrate en el arte de cocinar y comer para sentir y transmitir placer.
Seducir con la comida es un arte. ¿Qué tal una cena que empiece en la mesa y acabe en la cama? Prepara la habitación para la ocasión: coloca platitos con fruta, chocolate, botes de nata, mermeladas, siropes… y que no se te olvide algo para beber (té, licores, vino o champagne son las bebidas perfectas). Utiliza el cuerpo de tu pareja para probar todas y cada una de las delicatessen. Cualquier parte es válida: pechos, ombligo, genitales, boca, cuello… ¡La imaginación es la única frontera al verdadero placer!
El hielo puede ser otro elemento altamente erótico. Usarlo a la hora de besar puede ser un cóctel explosivo. Deja que el cubito se funda entre vuestros labios. Juega a pasarlo de una boca a la otra, hasta que se funda por completo y deja que vuestras lenguas se encarguen del resto.
Pero los besos pueden ir mucho más allá. El primer beso dentro del acto sexual es comparable al primer bocado de una comida exquisita. Para besar, igual que para comer, hay que morder, chupar, succionar y saborear… ¿por qué no mezclar el placer del beso con el de la comida? Prueba los besos mojados en champagne o dale a tu amante a probar tus labios mezclados con cualquier tipo de comida: ¿chocolate, fruta? ¡Todo vale!
¿Qué tal una orgía de sabores entre vuestros labios? Prueba a combinar sabores dulces como las mermeladas, la nata, los siropes, las golosinas con elementos fríos y cálidos: helado, tarta caliente, cubitos de sabores…
Después de tanta comida seguramente acabéis perdidos… Aprovéchate también de esto para alargar más el placer. Guarda agua perfumada para lavarte o lavarlo de la manera más erótica que se te ocurra. O si lo prefieres, una ducha juntos…
¿Se te ocurre un sitio mejor para disfrutar de todos estos placeres que la ciudad de las luces? La capital francesa te espera con sus mejores delicatessen. Alquila Apartamentos en París y… ¡buen provecho!
jueves, 28 de enero de 2010
Sexo y comida - ¡una mezcla explosiva!
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