El apetito sexual nunca tuvo límites
Últimamente, la sociedad española debate mucho sobre la educación sexual para los menores, lo que quizá sea un paso en favor de la desmitificación del sexo. Porque, no nos engañemos, el sexo es todavía un tabú que suele tratarse con mucha precaución, ¡cuando es lo más primitivo que exista en este planeta! De hecho, La Biblia ya hacía referencia a nuestros deseos sexuales, cuando pone el dedo en uno de los siete pecados capitales: la Lujuria.
El Vicio es un uso ilícito o un el apetito desordenado de los deleites carnales. Según la Biblia, los placeres sexuales son asuntos muy serios de los cuales no se debe abusar ni caer en la extravagancia. ¡Podrías padecer de lujuria! Y eso está condenado por la Iglesia Católica: tienes que controlar tus impulsos si o de lo contrario irás al segundo circulo del purgatorio. En la emblemática obra del poeta italiano Dante Alighieri, La Divina Comedia (1308-1321), las almas de los lujuriosos y otras personas que pecaban por amor utilizándolo para bien propio, acaban sumergidas en un inmenso torbellino que les llevaba la soledad más grande.
La lujuria está mal vista porque se considera como una forma de poder sobre los demás: la única satisfacción que quiere una persona lujuriosa es complacer su deseo sexual, exacerbarlo de manera descontrolada y disfrutar del placer. Tal cual lo hacían los griegos Afrodita, Dionisos y Eros o el hindú Kamadeva y la mexicana Tlazoltéotl. Todos y todas estos dioses y diosas tienen alguna relación con la lujuria: porque son símbolo de éxtasis, de exceso, de locura, de atracción sexual, de deseo o amor…En fin, ¡este pecado capital nos enseña que hay que controlar nuestras hormonas! Don Juan, mito de la seducción y del libertinaje, es quizá el héroe que ilustra a la perfección este vicio humano: tenía la adicción de seducir a todas las mujeres desentendiéndose posteriormente de ellas. Después de conquistarlas, surge el efecto del desinterés, se diluye el entusiasmo.
Hoy en día exista la pornografía, el sexo por Internet, los juguetes eróticos, las revistas, las webs de encuentros, mil técnicas de seducción, anuncios, sex shops etc. porque el hombre busca un estado de placer permanente para evitar el dolor.
Si “sexo” es la palabra más buscada en Internet será por algo ¿no? La humanidad quiere morbo, diversión, placer, ¡lujuria! Abusar del alcohol, del tabaco, de videos juegos, gastar demasiado, no dormir bastante… Si estas costumbres se repiten no tendrán un efecto positivo en nuestra salud. En cambio, el deseo sexual es natural, ¡no tiene por qué ser reprimido! Pero debemos tener conciencia de que las cosas hay que hacerlas bajo control. ¿Sabías que el naranja es el color que más despierta el apetito carnal, la creatividad, la energía y la sabiduría?
Una última cosita: para experimentar tu umbral de lujuria, mejor irte a la capital francesa, la ciudad del amor, e invitar a tu pareja a los mejores apartamentos de Paris para disfrutar de tus pecados capitales sin límites.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
El apetito sexual nunca tuvo límites | Festivales, Museos, Eventos y Lugares de Paris
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