¿Es el hombre transgénico el superhombre de Nietzsche?
El cuerpo del hombre está continuamente en proceso de adaptarse biológicamente a los cambios que su propia incidencia en el medio produce. Un pequeño reducto de delgaduchos adinerados se resiste a aceptar estos cambios como innatos, los llamados “seres biológicos”. Estos seres, que son humanos también, podemos reconocerlos por sus atuendos sobrios y sus constantes idas y venidas por los pasillos de los supermercados dedicándose a la lectura de etiqueta (que no por ello lleva frac).
Esta generación nace de la preocupación por las enfermedades que ahora invaden nuestro mundo, cáncer, enfermedades degenerativas, etc… Creen que pueden volver a un estado anterior, el estado en el que el sustento vital, los alimentos y otros productos, no se protegían, conservaban, ni creaban parcialmente con químicos. Esto no deja de resultar una idea utópica, ya que generación tras generación se han alimentado de una forma concreta, y han estado expuestos a un entorno concreto, que no puede haber dejado de modificar genéticamente sus organismo, de ahí que estas enfermedades no necesiten una causa externa para desarrollarse.
Este pequeño colectivo de seres coexiste con lo que vendría a ser, la gran mayoría, seres también humanos que sólo leen blogs, periódicos, revistas, etc… Lecturas algo más habituales, en lugares más corrientes que un supermercado. Estos consumidores se dejan llevar por la inercia de su propia especie, comen lo que les apetece comer, cuando les apetece, y después, esto lo hacen todos, van al lavabo. Lo suyo es pura y dura existencia. Podría parecer que este tipo de seres llevan una vida más feliz, quizás sea así, pero menos consciente.
Aunque la barrera entre ellos parezca inexpugnable, no lo es tanto. Suele suceder que cuando existe una enfermedad, más o menos grave. Una de las menos graves sería la candidiasis. Esta es una enfermedad que se produce en el estómago y que tiene varios síntomas, pero la única de las soluciones es hacer una estricta y durísima dieta que tiene como uno de sus objetivos purificar el organismo.
Es extraño pensar en que, como el organismo humano está continuamente en proceso de cambio, sean los seres biológicos los que están negándose a evolucionar. Y que por ello pronto sean ellos los que sufrirán más enfermedades que los cuerpos “superdotados” de aquellos que inconscientemente se estén adaptando a medida de consumir alimentos transgénicos. De esta forma sus organismos no reaccionarán adversamente a estos químicos, si no que los incorporarán como parte de su propia constitución genética, pasando a ser entonces, seres transgénicos.
Seas o no transgénico en París puedes disfrutar de la comida tanto si comes en restaurantes, como si eres amante del fast food o prefieres optar por un consumo más consciente en supermercados, tiendas o restaurantes biológicos. No te lo pienses, alquila Apartamentos en París y disfruta de la comida que más te apetezca.
lunes, 22 de febrero de 2010
hombre transgenico o superhombre
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