Sociedad de Usar y Tirar
Ahora que ya se han acabado las rebajas y que todos estamos cansados de comprar como locos lo que no hemos podido comprar durante el año, no está demás un poco de reflexión.
Los objetos que compramos duran cada vez menos tiempo, por lo que cada vez tenemos que comprar más, para sustituir los que ya no son utilizables. La pregunta es si este ciclo es una costumbre que se está arraigando a nuestra sociedad o es sólo el producto de una actitud. Una actitud que supone que por comprar algo más barato o por ser algo más fácil a la larga resultará mejor. A lo cual la respuesta es una clara negativa. No se trata únicamente de que este siglo, el siglo de las luces de neón, esté fabricando más de lo que necesita y que por ello esté generando más basura de la que debería. Se trata también de una concepción, casi podríamos llamarla, filosófica del mundo. Porque no sólo los consumibles duran menos, sino también las relaciones de pareja, los trabajos, los alquileres, las amistades…
Si antes las parejas duraban una eternidad y media, ¿por qué ahora resulta tan difícil encontrar parejas que superen juntos las adversidades a lo largo de una vida en común? Es algo absurdo pensar que antes elegían mejor a sus parejas, sobre todo porque tenían menos opciones de conocer a tantas cada fin de semana. ¿Por qué desechamos tan fácilmente cualquier cosa que parece que no servinos justo en el momento en el que lo queremos?
No se trata de que ahora todo sea peor que antes, ni mucho menos. Se trata, únicamente de una mentalidad que convendría plantearse más allá de crisis económicas y problemas ecológicos.
Lo queremos todo rápido, perfecto, ya. Estamos creando un mundo de caprichosos. Nos hemos criado en la abundancia, no hemos pasado ninguna guerra, ni hambre. Somos adolescentes eternos que esperan una respuesta del exterior, que no paramos de mirar lo que tiene el vecino y de compararnos con él, que no valoramos lo que tenemos porque podemos cambiarlo por algo “mejor”. Pero todo esto produce una frustración eterna, que no sólo alimentamos nosotros mismos, los de nuestra especie, por ejemplo con los anuncios, sino que nos creemos todos enemigos a pesar de ser parecidos. Pues en realidad todos buscamos lo mismo.
Disfruta de tu pareja o de tus amistades con todas sus cualidades y defectos compartiendo momentos especiales en unas vacaciones por la España más auténtica. Alquila apartamentos en Sevilla, donde las luces de neón no te cegarán.
viernes, 19 de febrero de 2010
Sociedad Usar Tirar
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