El Big Bang – cómo ha evolucionado el orgasmo
Todo el mundo sabeque la única forma de mantener la perpetuación de la especie, fuera del laboratorio, es el sexo. Pero, ¿por qué se hizo para sentirse bien? El orgasmo (masculino o femenino) no tiene nada que ver con la fecundación del esperma con el óvulo, y aunque hay numerosas teorías de por qué existe, lo cierto es que realmente nadie sabe por qué se produce.
Incluso tampoco sabemos si somos la única especie del planeta que lo experimentamos – a pesar de que hay grandes evidencia que sugieren que nuestros parientes primates más cercanos también tienen orgasmos, o por lo menos les gusta el acto sexual. Tener sexo por diversión (en lugar de sólo para reproducirse) es también común en delfines, cerdos y probablemente, en gatos.
Pero sólo hablamos de pura especulación. Un orgasmo es complicado de identificar en otras especies – en incluso en la nuestra –. Después de todo, ¿cuántas personas realmente saben cuando su pareja está fingiendo? Para saber si alguien ha tenido hay que confiar en su palabra del otro – por lo tanto es muy difícil obtener el visto bueno de un mono bonobo, una rata de laboratorio, o un delfín –.
Lo extraño es que la mayoría de los científicos se han centrado en averiguar las razones del orgasmo femenino, en lugar del orgasmo humano. Hay dos cosas erróneas en esto: la primera es asumir que el hombre necesita un orgasmo para eyacular. Cualquiera que haya estudiado Tantra (y sexo tántrico) sabe que hay diferentes procesos – y que un hombre puede llegar al clímax perfectamente después de eyacular. Orgasmos múltiples, ¿cualquier persona? La segunda es un poco política: ¿Por qué se supone que el placer es una necesidad biológica de un hombre y no de una mujer, que (reproductivamente hablando) sólo necesita “descansar” y tomar el esperma con el fin de quedar embarazada?
Este segundo problema resulta ser además, científicamente inexacto: cuando una mujer llega al orgasmo, la boca de su cuello uterino se sube y baja. Se parece a un pájaro bebiendo agua. Sí, el cuello uterino como un conducto que tira de los espermatozoides hacia el útero y las trompas de Falopio. Esto aumenta la tasa de fertilización hasta en un 30%. En otras palabras, las mujeres que llegan al orgasmo son más fértiles.
Si el orgasmo es, como algunos sugieren, un accidente feliz de la naturaleza, no tiene sentido que ocurra tan rápido. Si Darwin tenía razón con la Teoría de las Especies, entonces los miembros de una especie que son capaces de experimentar orgasmos probablemente buscarán más sexo que los que no. Y probablemente lo hagan con más parejas.
Los seres humanos pueden fruncir el ceño por la promiscuidad, pero a la madre naturaleza le encanta. Aparearse con múltiples parejas hay más posibilidades de que nazcan niños con una amplia diversidad genética, lo que da a una especie una mejor oportunidad para sobrevivir.
En otras palabras, el orgasmo puede ser la forma natural que nos anima a tener más sexo. Teniendo en cuenta que el orgasmo puede curar el insomnio, te hace lucir más joven, que aumenta tu fertilidad, también podría llamarse la Fuente de la Esterna Juventud.
El buen sexo necesita una buena dosis de privacidad y algo de romanticismo. Lleva a tu pareja bien lejos, a un lugar diferente por unos días… Alquilar Apartamentos en Sevilla es la mejor manera de enseñarle que te preocupas por él/ella y pasar un rato juntos de lo más agradable.
miércoles, 3 de marzo de 2010
El Big Bang del Orgasmo
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