viernes, 19 de marzo de 2010

Identidad o adaptación

El hombre está atrapado, ya desde que es un proyecto de persona, en la barriga de la madre. El determinismo del cuerpo masculino y el femenino hará que los padres decidan poner un nombre u otro. A partir de ahí ya nunca más se vuelve a ser libre, o eres hombre o eres mujer.
Identität-oder-Anpassung

A través de los patucos, el color de las paredes y de las ropas, los padres le empiezan a transmitir a sus hijos qué se esperara de ellos socialmente y cómo tendrán que comportarse, que es lo mismo que sus padres les enseñaron a ellos pero con pequeñas variaciones. Los hijos seguirán creciendo y para sus primeros cumpleaños, si es una niña, le comprarán muñecas y si es un niño coches, pelotas, etc. Estos niños quizás estén satisfechos con el papel que les ha sido otorgado, pero en otros casos ese papel se les quedara corto, y aquí es cuando empezará el problema del sistema binario en el que vivimos, la semilla de su error.

Uno de los problemas de base está generado por las continuas expectativas paternas y por su imposibilidad de ser cumplidas siempre. Pero el conflicto es aún mayor cuando las expectativas mínimas sociales tampoco se ven satisfechas. Véase, cuando el niño juega con muñecas y la niña a fútbol. Estos valientes niños se tendrán que enfrentar al gran sistema, lo cual es duro e inevitable, pero más duro será enfrentarse a los que más les quieren y que, desgraciadamente, esperan más de ellos, sus propios padres.

Puede que sean homosexuales, transexuales, bisexuales, heterosexuales, etc. La ambivalencia no está contemplada en el sistema binario. O eres uno o eres otro, si no tu existencia no cabe dentro de esos parámetros. La ambivalencia corporal o sexual no es contemplada por un sistema cerrado que parece o finge abrirse, pero que le cuesta. Constantemente son utilizados como pretexto conceptos como “normal” o “naturaleza” que vienen siendo transformados en función de las necesidades de una mayoría. Utilizar un microondas, entonces, es algo tan natural y normal como hacer un trasplante de corazón o fabricar armas y venderlas al tercer mundo. Actividades que el hombre realiza desde hace bastantes menos siglos que, por ejemplo, la homosexualidad.

Los binomios cuerpo masculino, cuerpo femenino, mentalidad heterosexual, homosexual, son únicamente barreras que se imponen para separar como se haría con un ganado. Afortunadamente hay quienes transgreden estas barreras y desafían toda norma establecida. Parecería que al fin y al cabo la diferencia más notable que separa a dos tipos diferentes de personas sería la capacidad de adaptación a la que la sociedad la impone.

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